No se compra

Hay cosas que no se pueden comprar, o son gratis, o no son; y muchas veces las cosas que más valen son las que menos cuestan. Esto va de eso, de las pequeñas cosas, de leer entre lineas y por su puesto, claro, de mi visión de las mismas.

06 septiembre, 2005

ni un pelo de pereza


Ayer me corté el pelo (otra vez)

Ya se que no es nada nuevo, pero siempre que me lo corto (y me lo corto muy corto) (es más cómodo) tengo la sensación como de empezar de cero.

¿No os pasa algo así?
Además siempre que tengo una racha chunga o rara acabo cortándomelo. me sirve como de reseteo, en serio, es como un: "bueno, fuera el pelo que sobra" y resurjo de mis cenizas... como una purificación o catarsis, no se.

Es una especie de efecto anti-sansón. No hay nada mejor para las crisis existenciales. lo recomiendo. por no hablar de las ventajas que tiene, yo personalmente me llevo muy mal con él por las mañanas, así no tengo que peinarme y seca muy rápido... además, hoy empiezo el gym y me apetecía no venir con el pelo largo ya el primer día...

si, adelante! soy un "sansón" nuevo!!

__

hoy escuché en el coche: un recopilatorio de música "italo-disco" muy en boga en los tempranos 80s

5 Comments:

At 20:06, Anonymous Anónimo said...

Me alegro que te sientas tan bien y con tantas ganas de "volver a empezar".

Pienso que esto de septiembre debería ser en Enero, con lo de empezar nuevos propósitos, vida nueva y esas cosas. Pero es que a la vuelta de verano ¡venimos con tantas energías...!

Ya estoy mucho mejor de lo mío. ¡Gracias! Ya hablamos

 
At 11:33, Anonymous Anónimo said...

Lo del pelo está bien , yo siempre lo uso como punto de partida también. Llevo 3 años sin pasar por una peluqeria , me lo corta algun colega , mi primo , o yo mismo segun lo que haya que cortar , y la verdad es que es lo mejor , no tienes que aguantar a las marujas contar penas de que si fuera ahora no me volvia a casar con mi marido , que si con la de chicos guapos que me hacían la corte.
Señora! haber estao mas espabilá!

Alberto

 
At 13:08, Anonymous Anónimo said...

por no contar la de preguntas extrañas que te hace la peluquera en cuestión (por lo menos podría ir a un sitio con peluqueros, pero claro lo que me pilla mejor desde el curro es una que hay chicas)

a mi además me intimida un poco y ya no se qué decirle, que si me lo lava o no, que si me toca las patillas, que si me sube más o menos la parte del cuello... ¿y yo qué sé?

al final ya me voy concienciando por el camino de lo que le voy a pedir: "lo quiero simplemente al 4 y con maquina y todo por igual y las patillas ya me arreglo yo después..." y no le dejo espacio a que me haga más preguntas...

es como cuando voy al burger, le pido ya todo lo que quiero en cuanto a tamaño, refresco y si lo quiero para llevar o no. los pobres a veces se quedan un poco en plan "espera, espera que voy marcando..."

 
At 13:52, Anonymous Anónimo said...

Es cierto, el pelo es un claro indicador de nuestro estado emocional. Y no sólo el de la cabeza. Según dicen, el dejarse barba está íntimamente relacionado con una necesidad de alejamiento de la realidad.
Pero qué función desempeñan la cada vez más olvidada perilla y el trasnochado bigote?

 
At 14:33, Blogger jko said...

uy! pues yo llevo una miniperilla de estas que van debajo del labio inferior.
¿qué querrá decir?...

 

Publicar un comentario

<< Home