¿finito?

Esto de trabajar en las afueras me ha abierto los ojos a nuevas realidades.
Por ejemplo a que los nombres de calles deben ser finitos, por lo visto.
Y como envíamos a diario cosas a otras empresas y ahora a todas les ha dado por irse a las afueras, se da el caso de tener que escribir direcciones supercuriosas.

Una de las cosas que no me gusta nada es que en un pueblo concreto se utilicen todos los de alrededor para nombrar calles. Así por ejemplo, en Alcorcón tenemos una calle Leganés, Mostoles o Villaviciosa; en Villaviciosa tenemos una callé Alcorcón, Leganés y Móstoles y además Brunete o Pozuelo; en Pozuelo lo mismo: calle Alcorcón, Leganés... ¿no es un poco ridículo?
Al final acabas mandando algo desde la calle Brunete en Alcorcón a la calla Alcorcón en Brunete. ¡qué divertido!

Y en los parques empresariales o polígonos industriales ya es mucho más divertido. Nos puede dar por los oficios, y tenemos calle carpinteros, cerrajeros, madereros, electricistas... O por las materias primas: hierro, plomo, acero,... Al final un compañero, cuando le pregunté si sabía donde estaba una empresa que estaba en la calle trigo me dijo "no se, pero debe estar en el poligono de móstoles porque ahí está la calle cebada y maíz..."

Yo propongo que empecemos a llamar a las calles como personajes de libros o pelis... o con nombres de valores y virtudes... o...