Orgulloso (y2) El interrogante actual

Ultimamente estoy teniendo muchos debates sobre el tema de "lo gay" con gente de todo tipo y condición. Supongo que por la semana en la que estamos, porque los medios ya comienzan a hablar de ello...

Sobre todo hoy, 28 de junio, me gustaría (ya sé que todos estamos saturando el panorama blogger con cuestiones de este tipo... es lo que tiene) plantear una cuestión que yo creo que define de forma precisa la situación actual de nuestro colectivo en relación a la sociedad en general.

Tras todos estos debates, la idea que estoy extrayendo es que hemos llegado a un punto en el que parte de las reivindicaciones están logradas, pero aún queda mucho por hacer. El estereotipo gay, por suerte creo, se está diluyendo poco a poco en la sociedad, sobre todo entre los heterosexuales, pero también entre nosotros mismos.

Ya nadie (o casi nadie) piensa en nosotros como un sólo tipo de gay, generalmente con pluma, amanerado, etc... ni existen sitios sólamente donde pinchan a Rafaella Carrá y los Village People. Esto ha sido gracias, supongo, a la mayor visibilidad de todos nosotros y a que todo o casi todo el mundo ha descubierto que tiene familiares, amigos, compañeros o conocidos que soy gay, y no son como el maricón de toda la vida o la loca que los medios siempre muestran cuando hablan de "la manifestación" (no los cito porque tenga nada en contra de ellos sinó como referencia). Sin embargo, he notado también que nuestro colectivo no se si está dispuesto a que se destruya totalmente el estereotipo.

Y la cuestión es: ¿hasta qué punto queremos que desaparezca para siempre el estereotipo gay? En el fondo ¿no queremos destruir simplemente los aspectos negativos de éste y quedarnos con las cosas "positivas" que se nos suponen, como por ejemplo un estilo especial, sensibilidad mayor, más coraje, etc...? Y profundizando un poco más, ¿queremos una normalización total, o queremos que se siga manteniendo una especie de identidad gay?