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Aquel día no saltó de la cama con el primer conjunto de pitidos del despertador como hacía habitualmente debido a su autoinstrucción de buenas intenciones y consejos leídos en los libros de sabiduría personal que le habían ido regalando en uno u otro momento de su vida, sinó que se quedó un poco más, por lo menos hasta el segundo o tercer toque.
Le gustaba tener al menos unos momentos de paz en la mañana tras ducharse y desayunar para organizar la agenda o planear las cosas que quería hacer en ese día; sinó era todo una carrera que empezaba ya desde casa, porque en la oficina sin duda continuaría siendolo, y no le gustaba nada que esas prisas que le iban a acompañar toda la jornada invadieran su espacio privado y le sorprendieran con el café en una mano y las galletas en la otra sentado en medio del salón.
5 Comments:
Esos momentos de trankilidad previos a tirarse al tajo, son importantísimos, pero saben tan bien unos minutos arrancados a la cama ke creo ke jamás en la vida los he disfrutado.Gandulazo ke es uno.
cuestión de probarlo, señor mm, aunque cuesta de veras...
xabi, no nos tomes el pelo, entonces no llegas a la ofi, llegas a la cafetería de abajo ;-)... qué caña lo de dr. rockit y herbert, no tenía ni idea, luego miraré en el disco a ver qué información pone...
¿Sigue?
Buena fecha para hacer cambios!
¿Sigue?
Buena fecha para hacer cambios!
hola habibi... si, se supone que esto es una especie de nueva sección en la que voy a intentar hacer una especie de narración que ni yo ni vosotros sabemos a donde nos va a llevar... ¿? buena época para hacer cambios! gracias.
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